jueves, 27 de agosto de 2015

ASAMBLEA EN LA CARPINTERÍA
Hubo en la carpintería una extraña asamblea; las herramientas se reunieron para arreglar
sus diferencias. El martillo fue el primero en ejercer la presidencia, pero la asamblea le
notificó que debla renunciar. ¿La causa? Hacia demasiado ruido, y se pasaba el tiempo
golpeando.
El martillo reconoció su culpa, pero pidió que fuera expulsado el tornillo: había que darle
muchas vueltas para que sirviera de algo.
El tornillo, aceptó su retiro, pero a su vez pidió la expulsión de la lija: era muy áspera en su
trato y siempre tenía fricciones con los demás.
La lija estuvo de acuerdo, con la condición de que fuera expulsado el metro, pues se la
pasaba midiendo a los demás, como si él fuera perfecto.
En eso entró el carpintero, se puso el delantal e inició su trabajo, utilizando
alternativamente el martillo, la lija, el metro y el tornillo.
Al final, el trozo de madera se había convertido en un lindo mueble.
Cuando la carpintería quedó sola otra vez, la asamblea reanudó la deliberación. Dijo el
serrucho: "Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero
trabaja con nuestras cualidades. Eso es lo que nos hace valiosos. Así que no pensemos ya
en nuestras flaquezas, y concentrémonos en nuestras virtudes". La asamblea encontró
entonces que el martillo era fuerte, el tornillo unía y daba solidez, la lija limaba asperezas y
el metro era preciso y exacto. Se sintieron como un equipo capaz de producir hermosos
muebles, y sus diferencias pasaron a segundo plano.
Cuando el personal de un equipo de trabajo suele buscar defectos en los demás, la situación
se vuelve tensa y negativa. En cambio, al tratar con sinceridad de percibir los puntos fuertes
de los demás, florecen los mejores logros. Es fácil encontrar defectos cualquier necio puede
hacerlo-, pero encontrar cualidades es una labor para los espíritus superiores que son
capaces de inspirar el éxito de los demás.

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POESIA

Que alguien te haga sentir cosas sin ponerte un dedo encima, eso es admirable.! -MARIO BENEDETTI